El liderazgo tiene mil diversas interpretaciones sobre los límites de nuestro accionar musical en el mundo. NO HAY manuales de límites VERDADEROS que se apliquen a cada caso particular es la primera cosa que debemos advertir; Lo que si existen son principios divinos y una íntima relación espiritual con el Padre que nos guiarán con sabiduría día a día. Así como sucedió con el peregrinaje de Israel por el desierto, mediante la columna de nube de día y la de fuego a la noche.
A veces la terminología “mundo” se ha prestado a erróneas interpretaciones. En el Nuevo Testamento este término aparece 187 veces, con tres acepciones a distinguir. La mayoría de las veces aparece bajo la idea de sistema, la cual tiene un valor ético y filosófico, otras veces aparece bajo la idea de sociedad, la cual tiene un valor humano y comunitario. Otras pocas veces se ve en el sentido de siglo, como período de tiempo.
Juan nos advierte: “No améis al mundo (sistema), ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.”. (1 Juan 2:15) . Aquí el apóstol nos habla del sistema humano, de su filosofía, de sus ideas y valores, el cristiano en este sentido debe combatirlo y rechazarlo; desde su nueva ciudadanía y cosmovisión él es el verdadero antagonista del mismo.
Pero por otra parte, este mismo Juan nos comparte las palabras de Jesús al transcribirlas así: “Porque de tal manera amó Dios al mundo (sociedad) que ha dado a su Hijo, unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda” (Juan 3:16). Aquí nos habla de la sociedad humana, del individuo, el cristiano en este sentido debe amarla e influenciarla positivamente, desde su nueva naturaleza y comisión él es la verdadera luz de la humanidad.
En resumen, debemos estar en la sociedad del mundo pero no debemos amar su filosofía mundana. Esto es exactamente lo que Jesús oro al Padre por nosotros: “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.” (Juan 17:15) Un viejo proverbio chino nos dice: “El sabio puede sentarse en un hormiguero; pero sólo el necio se queda sentado en él”. La idea del pueblo de Israel andando por el desierto es la analogía perfecta, el principio consiste en que ellos andaban por el mundo, pero su paso y meta eran hacia la tierra de prometida.
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida.” El Rey Salomón.
3 Comments
Cien por ciento de acuerdo!!!. Los artistas cristianos me tienen un poco desanimado con los requisitos y con su «espíritu» de importantes, se olvidan de Jesús quien era. por otra parte creo que debemos estar en la sociedad no solo en la iglesia.
P E C A D O
“De la abundancia del corazón habla la boca”. Si el corazón del artista está lleno de las cosas de Dios y del fruto del Espíritu, no hay, ni debe ni aun puede llegar a haber limitación preconcebida solo el fluir de un ser limitado finito que anhela el toque de la Eternidad que a su vez se agrada en manifestase a través de él. Es el “hacer” como consecuencia del “ser”.